El escritor y político francés Alphonse de Lamartine alguna vez dijo una célebre frase: “cuando un hombre tiene problemas, Dios le envía un perro”. Esta lapidaria frase premonitoria sirve como perfecta introducción para una tragedia cargada de acción y humor negro acerca de un chico que busca sobreponerse de su terrible abuso infantil a través del lazo incondicional que establece con unos perros, siendo éstos su camino a la salvación personal y al sanamiento de sus dolorosas heridas.
Luc Besson, director y productor detrás de la distribuidora y productora EuropaCorp, está de vuelta en el mundo del séptimo arte después de Anna (2019) y de haber sido exonerado de una severa acusación de abuso en su contra. Ahora, con Dogman: Vida inquebrantable, se inspira en la noticia real de una familia francesa que encerró a su hijo en una jaula cuando tenía cinco años, dándole pie a la creación de Douglas (Caleb Landry Jones), una mente dolida que está en busca de una salvación involuntaria.
Landry Jones, que en el 2022 se alzó con el premio al Mejor Actor en el Festival de Cannes por el drama psicológico dirigido por Justin Kurzel, Nitram, muestra nuevamente su gran talento al encarnar a Douglas, un tipo vulnerable que, tras un inesperado incidente, es arrestado por la policía. Esto dará pie a conocer su historia a base de flashbacks donde conoceremos su desgraciado pasado que lo ha llevado hasta este punto en donde los únicos en los que confía son en su jauría de perros, únicos que se han mantenido inseparables a él

