A más de 72 horas del colapso en el pozo «El Pinabete» que tiene atrapados a 10 trabajadores, el dueño de la mina identificado como “Chano” Díaz comenzó con el cese de los obreros, a quienes les adeuda el pago semanal
Al menos 14 trabajadores que laboraban en la mina “El Pinabete”, en Sabinas, Coahuila, donde desde hace más de 72 horas 10 mineros se encuentran atrapados fueron despedidos y como finiquito solo recibieron mil pesos por seis meses de trabajo sacando carbón.
A pesar de que les habían prometido que nadie perdería su trabajo en medio de la tragedia en la que se encuentran 10 de sus compañeros que siguen atrapados, “Chano” Díaz, a quien identifican como el presunto dueño y encargado del pozo, les llamó y les entregó su finiquito y les comunicó el fin de su labor con ellos, por lo que ahora los dejan a la buena de Dios.
Este sábado después del mediodía fue despedido el primer grupo de mineros, quienes recibieron un cheque por los mil pesos por seis meses de trabajo extrayendo carbón del Pozo 2, pero ninguno recibió la paga por la semana, que habitualmente era de cuatro mil pesos.
De acuerdo con el periódico local “La Vanguardia”, uno de los mineros que se encuentra en esa situación es Óscar Manuel Pérez Hernández, a quien le ofrecieron únicamente mil pesos como finiquito por seis meses trabajados en la mina, y negarle el pago de su semana. “Nadie se presentó a trabajar el lunes, el martes trabajamos normal y el miércoles fue el accidente, eso no es culpa nuestra y solo por eso no nos quieren pagar”, asegura.
“Tampoco teníamos prestaciones, ellos decían que nos tenían en el seguro, pero si uno iba a consulta no había manera porque no estábamos dados de alta”, y agrega que al reclamar por lo anterior y su dinero conforme a derecho la respuesta es negativa y que no habrá acuerdo que lo beneficie.
Otro casi similar lo vive Fernando Pompa, cuyo padre asegura que le debían la mitad de su sueldo de la semana anterior y que por obvias razones esta semana no ha cobrado un solo peso, a pesar de que se encuentra trabajando de nuevo en el pozo, pero ahora en los trabajos de rescate de sus compañeros.
Asimismo, los trabajadores señalan que esta mina era una de las mejores remuneradas de la región, cuyos sueldos iban de los 150 a los 180 pesos diarios por tonelada de carbón. En un día lograban sacar hasta 10 carretillas cada uno, lo que equivalía hasta 5 toneladas, asegurando un pago diario de mínimo 700 pesos.
“Las jornadas eran de seis horas, y la paga es buena. Aquí se la pagaban a uno un poco más cara, pero no valen la vida de uno como trabajador. Ellos se hacen ricos y nosotros nos morimos allá abajo, no quiero pensar cómo estaríamos si fuéramos nosotros los que estuviéramos ahorita ahí, nuestras familias”, dice Óscar.
Asegura que algunos de sus compañeros aceptaron el dinero porque tienen gastos que cubrir, y prefieren buscar trabajo enseguida, porque no tienen esperanza de que sus patrones les reubiquen o respalden económicamente mientras se concreta el rescate.