Monterrey.- Al paso de 10 años, familiares de las víctimas mortales aún tienen presente aquel 25 de agosto de 2011, cuando un grupo criminal prendió fuego al establecimiento en represalia por no cumplir con el pago de ‘piso’, y que costó la vida a 52 personas.
Samara Pérez es una de las sobrevivientes del atentado ocurrido en el Casino Royale, el cual se ubicaba sobre la Avenida San Jerónimo, en Monterrey.
Esa tarde, Samara logró sobrevivir tras minutos de haber llegado al establecimiento de juegos, pero su hijo Brad Xavier, de 18 años, perdió la vida.
“Gente por todos lados. No hubo manera de reaccionar más que por instinto… buscando a tu ser querido, buscando a mi hijo… posterior a ello, vi que había una salida para empleados y por ahí pude sobrevivir.
“Diez años de estar exigiendo que la justicia sea aplicada, que estas personas que realizaron estos hechos tan abominables, sean juzgados”, dijo en entrevista para ABC Noticias.
Samara da voz a 35 familias en cada oportunidad que tiene para exigir justicia.
“Encontré también en estos 10 años de caminar, de luchar, a varias familias que vivimos con el mismo dolor y que pudimos reconstruirnos, le he dicho que es mi familia extendida”, reiteró Samara.
Parte de su lucha, es por conservar el Memorial dedicado a las víctimas mortales.
Actualmente, luce una barda blanca con cruces que llevan el nombre de quienes intentaron salvar su vida.
“Las familias instalamos estas cruces en su honor para recordarlos, para tener una manera que la sociedad que no olvide. Porque una sociedad que olvida, terriblemente vuelve a vivir situaciones como esa”, dijo Samara.
Una de estas cruces, lleva el nombre de Claudia Edith Castillo Ramírez; ella era trabajadora del Casino Royale, de 25 años de edad.
Su madre, Marisela Ramírez, recuerda que su hija acudió a cubrir turno y fue a través de las noticias, que se percató del atentado.
Tras horas de incertidumbre, de visitar distintos hospitales a donde llevaron a los afectados, la señora Marisela ubicó a su hija.
“Me empiezan a enseñar fotografías en una computadora, ahí encontré a mi hija… ahí la encontré y ya me pidieron que empezara a tramitar para reclamar el cuerpo”. Es un dolor, es una desesperación muy fuerte. Yo decía: ¿Por qué? ¿Por qué Claudia? Me dejó dos niños”.
Actualmente, los hijos de Claudia son un par de adolescentes que viven con su abuela: El menor, Ángel de 13 y Carolina de15 años de edad, quienes recuerdan a su mamá con amor.
Otro de los trabajadores del Casino Royale, era Juan Manuel Juárez Alonso, de 57 años de edad. Él vivía en la Colonia Sarabia, en el municipio de Monterrey, donde es recordado como un hombre sociable y muy trabajador.
Su hermana, María Guadalupe Alonso, recuerda que, al llegar al hospital, pudo confirmar el presentimiento negativo.
“Fue una noche larga, dolorosa… todos compartíamos ese dolor, era todavía el no creer lo que estaba sucediendo. Con la pura mirada sentíamos que estábamos juntos en esto”, expresó.
Juan Manuel encontró una oportunidad laboral en el Casino Royale, apenas llevaba unos meses cuando sucedió el atentado que terminó con su vida.
“La verdad sí ha sido muy triste, muy doloroso para nosotros estar ahí. Ellos ya murieron, sí, para muchos ya se les olvidó. Para nosotros no. Mi pensar es: mientras yo viva, esto va a seguir vivo”, aseguró María Guadalupe.